Si nunca has orinado en la ducha, no eres humano. ¿Eres de esos remilgados a los que nunca se les ha pasado por la cabeza?
Pues aquí tienes un par de buenas razones para empezar a hacerlo.
LA MÁS IMPORTANTE ES QUE ESTARÁS LITERALMENTE SALVANDO AL PLANETA.
La Agencia de Protección del Medio Ambiente, lo deja claro, cada vez que utilizas de la cadena en el retretes gastas 5 litros. Y, según MIC, esos 5 litros de agua gastados por orinar en el baño, representan el 27% del agua que se gasta en Estados Unidos al año.
DESINFECTAR HERIDAS.
Sí, has leído bien. Si te has dado un golpe o arañazo y no tienes un kit de primeros auxilios a mano, puedes desinfectar la herida con orina fresca.
Esta no solo limpia la herida, sino que alivia el dolor y relaja los tejidos. Si no hay más remedio, puedes incluso usar la orina de otra persona, siempre que esta no tenga ninguna infección. Por supuesto, ve siempre al médico si la herida es grave.
CUIDADO DE LA PIEL.
La orina es también beneficiosa para tratar enfermedades, como la psoriasis o los eccemas. La urea es un ingrediente activo de muchas cremas y ungüentos para la piel. La urea es un componente cuya mayor concentración es en tu pis de por la mañana, a mitad de chorro (unos 5 segundos después de comenzar).
Puedes frotarte la piel con la orina o usar compresas. Lo mejor es dejarlo actuar unas horas antes de limpiarte la piel. La aplicación de orina a la piel normalmente es inodora, pero quizás debas intentar esto cuando no estés con mucha gente. La urea promueve la homeostasis ácido-base en la piel y mitiga la piel seca y frágil.
HONGOS
Usar compresas con orina también sirve contra las infecciones de hongos, como las que aparecen en los pies. La mejor forma de aplicarla es hacerlo sobre el área con hongos y dejarla actuar una noche. Después de unas semanas, los resultados serán visibles. Sin embargo, en el caso de graves hongos, consulta con un especialista. Este te podrá hablar sobre hongos y orina, también.
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